¿Cómo enfrentar una crisis
de infidelidad?
Recomendaciones
Usualmente las infidelidades de una noche causan menos daño
que un engaño que se ha mantenido en el tiempo.
El quedarnos pegados en el
engaño no sólo no nos dejará mirar hacia el futuro sino que nos traerá
dificultades en el presente. Lo mejor es
realizar actividades que te despejen la mente, que te relajen. No dediques
todo el tiempo a pensar en lo ocurrido.
Os voy a presentar unos consejos que debeís tener en cuenta cuando
se está pasando por una situación así, recordad siempre que ante cualquier
técnica, lo importante es la actitud y eso se resume en QUERER HACERLO.
En los problemas de esta
naturaleza, siempre es más importante conocer las causas que las acciones en sí.
Eso es lo que ayuda a entender el comportamiento infiel.
Evaluar daños. Lo primero que debes tener en
cuenta es de qué forma afectó la infidelidad en tu vida. Si fue de una vez o
durante años, puede significar una diferencia en cómo enfrentarla. Sin duda,
todo depende de la persona.
Establecer un obj etivo. Luego de sufrir una
infidelidad y de reconocer el valor que ella o el tuvo sobre tu vida, es
importante que establezcas un obj etivo de superación y reconstrucción de la autoestima perdida.
Asumir la realidad. Asumir el engaño y cómo te sientes al
respecto, es fundamental en la recuperación. No tiene nada de malo pedir consejo y oído a tus mejores amistades o
familia. Recuerda que tú no has hecho nada malo.
Evitar la
morbosidad. No caigas en la morbosidad de querer saber
cómo es ella o como es el, o qué tiene mejor que tú. Una actitud así sólo te
ayudará a bajar más tu autoestima. Recuerda que el problema no
es que ella o el sea mejor que tú. Y si bien un engaño nunca ocurre de la nada,
ya que por lo general es producto de problemas de la pareja, ambos tienen algo
de responsabilidad.
“Cualquier tema en la pareja hay que hablarlo”.
La comunicación es la clave para resolver cualquier
cosa. Por lo mismo, si hay un buen nivel de comunicación, dudo que se llegue a
la infidelidad, porque la persona resolvería, antes de llegar a ser infiel, el
o los temas que los están aquejando”.
“Cuando se llega a la
infidelidad, hay que buscar las causas y
no los culpables, como suele hacerse. Es decir, reflexionar sobre qué pasó
en la pareja que se abrió un espacio para otra persona… Porque, ciertamente,
cuando todo está bien, no hay espacio para ‘un
otro’, hombre o mujer. Por eso hay que preguntarse qué le pasó a la
relación”.
“La pareja es un sistema. Son dos que se
interrelacionan.
Hay que ver qué falló en ese
sistema: ver qué le pasó a la compañera o al compañero, para ver si hay
opciones de trabajar juntos en eso, en el craso de que se pueda. Si la
infidelidad deja muchas heridas y la pareja no se puede rearmar, lo mejor es
que se separen. Muchas veces, cuando optan por “dejar pasar el hecho”, sin hablarlo,
se da el espacio para rencores permanentes”.
Encuéntrate contigo. Nada mejor para superar una mala
experiencia que darte tiempo para ti, para saber cómo te sientes y darte cuenta
de lo que necesitas para sanarte. Cada experiencia es única y si bien hay
generalidades, cada cual tiene una forma y ritmo de sanción distinto.
Date el espacio que necesites para vivir lo que te esta
pasando. Cada uno tiene su tiempo y espacio para hacer las cosas y si
no te sientes a gusto saliendo, no lo hagas. No hay nada peor que responder a
las exigencias del resto y olvidarte de las propias.
No todos son iguales. Darte una nueva oportunidad
y abrir tu corazón a otra persona sólo te traerá cosas positivas. Evita el odio
y el rencor y elimina la frase de todos los hombres o todas las mujeres son
iguales.
Confesión
“Es un ‘atenuante’ que alguien confiese
una infidelidad, porque -por lo menos tuvo el respeto y la sinceridad para
decirle a la pareja lo que pasó o pasa con otra persona, y no la mantiene
engañada.
Pero igual va a doler; va a haber un quiebre y no se va a atenuar el
dolor. Podría atenuar el conflicto comunicacional que se podría dar después de
la confesión”.
“Cuando tú descubres la
infidelidad, es porque te estaban engañando. No hubo respeto, por lo que puede
significar un dolor más grande; pero en ambos casos el quiebre se da por las
mismas razones”.
“Las teorías neuropsicológicas
confirman que existe mayor cantidad de hombres
que pueden mantener relaciones físicas (sexuales) sin involucrar un componente
afectivo. Eso lo hace mucho más libre, más propenso a vincularse con otra
persona; por ende, sin tanta complicación.
Para la mujer es distinto: químicamente, el cerebro
funciona distinto, por lo que existe mayor compromiso emocional…”.
“El tema de la infidelidad de
hombres y mujeres, más que nada, tiene que ver con algo cultural. Eso influye más que nada… a veces, todo se trata de
represiones o de permisos sociales para el hombre. Nada se puede justificar por
el componente neuropsicológico; eso da un contexto, pero nada más…”.
Reacciones
Para el psicólogo Juan Pablo Carnevali, “una infidelidad siempre significa
una situación complicada para las parejas, pero hombres y mujeres tienen
diferencias. Por ejemplo, ella suelen valorar mucho más la parte emocional, por
lo que les cuesta disociar un encuentro sexual de la pareja sin que haya
sentimientos. Además del componente físico, ella se siente herida en su amor”.
“El hombre cuya pareja le ha sido infiel siente que su
orgullo masculino ha sido herido.
Muchas veces, lo ve como un
ataque de género del cual cuesta mucho reponerse.
Después comienza a tomar el
peso de las implicaciones emocionales. Al principio reacciona desde la venganza,
lo que es una actitud muy machista”.
“Lo ideal es que ambos conversen y vean cuál es el camino que
quieren seguir. No siempre es recomendable que lo intenten de nuevo, porque hay
ocasiones en las que los sentimientos siguen heridos, a pesar de los esfuerzos
que se hacen. Ambos deben ser honestos y actuar en consecuencia”.
No involucres al resto. Los problemas de pareja, son
exclusivamente de los dos. Suele suceder que las el afectado rechace a las
amistades del infiel, pero ten algo en cuenta, los amigos no tienen nada que ver
en los problemas con tu pareja y pueden seguir siendo leales a ambos.
“Si no hay hijos, quizás sea más fácil
separarse. Muchas veces, las parejas aluden a sus hijos para seguir juntos,
aunque la relación ya no sea buena. En la mayoría de los casos, una infidelidad
desgasta el amor, sobre todo porque elimina un factor fundamental: la confianza. Si ésta
no existe o ha sido quebrantada, la persona se vuelve más insegura”.
Lo más recomendado es enfrentar la situación y no esperar
que las cosas ‘se pasen solas’. Incluso, hay algunas personas que tienen
sospechas o están convencidas de que la pareja le es infiel, y esperan a
pillarlas o a que lo confiesen.
Eso es muy perjudicial: la clave está siempre en hablar con la
verdad y el respeto que ese otro merece”.
Equilibrar mente y corazón. Piensa en frío. La rabia y
el dolor pueden nublar tu buen juicio y por eso es mejor esperar a que se
calmen las cosas, conversar con tu pareja y evaluar la posibilidad de
reconstruir la relación o definitivamente optar por otro camino.
Ayuda profesional. Cuando ya no sólo el problema
te afecte a ti, en cuanto a cómo te sientas, y empiece a afectarte en todos los
aspectos de tu vida cotidiana, como las relaciones en el trabajo, familia o
amigos, deberías considerar la posibilidad de que tú sola ya no te bastas para resolver el problema y acudir a un
profesional que te pueda orientar, sobre todo si estas al borde de una depresión.
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