El cerebro, a
través de delicados procesos neurobiológicos, logra percibir cada variación
climática. La primavera puede exacerbar los síntomas de quienes sufren
enfermedades psiquiátricas y también producir grandes cambios hormonales.
Cansancio,
malestar general, angustia, cambios de humor, insomnio y sensación de fatiga al
momento de realizar tareas habituales, son algunos de los síntomas que produce
la astenia primaveral, un trastorno que altera el estado físico y psíquico de
muchas personas durante esta estación.
“La astenia primaveral no es una enfermedad. No hay una
teoría que explique con criterios científicos por qué se producen estos cambios
de ánimo, pero se sabe que dos de cada 10 personas los padecen. Quienes sufren
enfermedades psiquiátricas (como depresión o bipolaridad) pueden ver
exacerbados los síntomas de su patología durante esta época del año”,
Por otro lado
los cambios de temperatura, presión
atmosférica, vientos, etc, provocan modificaciones biológicas. “Existen
personalidades que pueden alcanzar tal grado de euforia que pueden incurrir, en
primavera y verano, en excesos que suelen comprometer al patrimonio económico,
al trabajo y a la familia”.
Aunque se
desconocen las causas que originan este trastorno estacional, algunas
investigaciones advierten que el origen de la astenia primaveral podría estar
en el hipotálamo, una glándula endocrina que forma parte del diencéfalo y se
sitúa debajo del tálamo.
El hipotálamo
regula funciones relacionadas con el apetito y la saciedad, mantiene la
temperatura corporal aumentando o disminuyendo la frecuencia respiratoria y la
sudoración, y participa en la regulación de los ciclos de sueño y vigilia.
El aumento de la
temperatura, las horas de luz solar y el cambio de horario que se producen como
consecuencia del cambio estacional, generan una disfunción en la regulación
hipotalámica que provoca un descenso de los niveles en sangre de varias
hormonas tales como las feniletilaminas (encargadas de promover la euforia),
las beta-endorfinas (responsables del optimismo vital) y las serotoninas
(conocidas como hormonas de la felicidad).
El sexo en
primavera. En otros casos, el diagnóstico es sumamente optimista,
ya que las temperaturas cálidas también aumentan la predisposición emocional y
sensitiva de las personas. “No es casual que se relacione a las poblaciones de
las zonas tropicales con una mayor actividad sexual”.
Así, viajar
desde un lugar cálido a uno frío puede deprimirnos. “Si estos cambios son
extremos, se los denomina trastornos del ánimo con patrón estacional”, asevera.
Los cambios en
la temperatura, la presión atmosférica y la sucesión de días con más calor y
luz, producen un aumento de melatonina y feromonas, dos hormonas que estimulan
la actividad sexual.
Por otro lado,
la multiplicidad de colores que ofrece la naturaleza en primavera y los tonos
vivaces de la ropa aumentan los estímulos visuales favoreciendo el despertar
del deseo y las fantasías.
“Hay una vía
neurológica que va desde la retina hasta el hipotálamo. En primavera, la luz
moviliza la vía retino-hipotalámica y activa la eclosión hormonal”.
Las mujeres son
más propensas a percibir estos cambios y transitarlos con mayor intensidad
tanto cuando se trata de angustias como de ebullición hormonal.
Consejos
saludables. Una manera de contrarrestar el impacto de los cambios
climáticos es llevar una vida saludable. Se recomienda:
- Mantener
horarios regulares de sueño, durmiendo al menos ocho horas diarias.
- Nutrir el
organismo con una dieta rica y equilibrada en proteínas, verduras y
frutas.
- Beber al
menos dos litros de agua diarios.
- Hacer
actividad física, al menos media hora por día.
- Evitar el
consumo de sustancias tóxicas, bebidas alcohólicas y tabaco.
- Consultar a
un especialista.
Por lo tanto, la primavera en si no provoca ningún
trastorno, sino que tiene alguna influencia en personas más sensibles a
los cambios, y nuestro cuerpo reacciona poniéndonos en alerta sobre la gran
importancia que tiene el hecho de cuidarnos, tanto el cuerpo como la mente.
"Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera". Pablo Neruda
Latamsalud