lunes, 25 de noviembre de 2013

Nuestras metas


Esclavos de nuestras metas.

Cuando los objetivos nos atrapan.

 ¿Dueño o esclavo?…¿Te dejas llevar o estás al mando? ….¿Reaccionas o inicias?…. ¿Te mandan o mandas tú?….


¿Te has hecho alguna vez estas preguntas? Yo creo que todos nos hemos hecho estas preguntas en algún momento de nuestras vidas, especialmente cuando las circunstancias que se nos presentan no nos parecen las mas adecuadas y sentimos que “todo va mal”… o que las cosas no marchan como debieran… Y mi pregunta es…¿Que te sueles contestar? 
¿Has tomado realmente la riendas de tu vida y conduces en quinta velocidad hacia tus metas y objetivos?….
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Tu puedes elegir tener un comportamiento reactivo o bien elegir ser proactivo... en el primer caso estarás esperando a que las cosas sucedan para entonces gestionarlas…. pero…¿y si ya no estás a tiempo o no has tenido ocasión de preparar tus recursos?… En el segundo caso te adelantarás para hacer que las cosas sucedan…pondrás en marcha todos tus recursos y mecanismos para lograr que tus sueños y tus metas se cumplan. ¿cual de las 2 opciones prefieres?

 Plantearse objetivos es un arte que no todos dominan.
Hay quienes se plantean objetivos inalcanzables y estos terminan consumiendo todas sus
fuerzas y energías, hay otros que establecen metas muy por debajo de sus potencialidades y jamás llegan a explorar el verdadero alcance de sus capacidades. Sin embargo, una vez que hemos descubierto cuáles son los objetivos adecuados, también corremos el riesgo de vernos arrastrados por ellos.
¿Qué quiero decir?
Pongamos el ejemplo hipotético de un buen corredor. Él sabe que tiene las habilidades necesarias para participar en las Olimpiadas e incluso para ganar una medalla. Entonces se plantea el objetivo de clasificarse en los juegos y ganar. Para ello establece un plan de acción que consiste en entrenar todos los días.
Hasta aquí todo está bien pero esta persona podría obsesionarse con su objetivo. Es decir, su día a día gira exclusivamente en torno a este objetivo, no es capaz de relajarse ni de disfrutar nada más que no sea el entrenamiento. En estos casos, es como si su vida estuviese en stand by y, aunque su objetivo es realista y tiene grandes probabilidades de conseguirlo, sería interesante preguntarse si el costo emocional que tiene que pagar por ello realmente vale la pena.

En realidad, no es difícil convertirnos en víctimas de nuestros propios objetivos porque a menudo estos nos resultan tan motivantes que actúan como si fuesen una luz que nos enceguece y no nos permite ver lo que hay a nuestro alrededor. 
Es perfectamente comprensible que luchemos por alcanzar un objetivo, sobre todo si sabemos que tenemos las capacidades para lograrlo, pero supeditar toda nuestra vida a este no es saludable. Afortunadamente, existe una manera para plantearse objetivos pero no convertirnos en sus esclavos.
1. Valora los pros y los contras. Hay objetivos que, a primera vista, nos pueden parecer muy prometedores pero  cuando los analizamos desde una perspectiva más objetiva, podemos darnos cuenta de que exigen un gran esfuerzo, tiempo y dedicación. Pregúntate si los beneficios que obtendrás realmente valen la inversión de energía. Cuando hagas el análisis, recuerda que la única cosa preciosa que tienes y que nada ni nadie podrá devolverte es tu tiempo. Por tanto, decide sabiamente cómo gastarlo.
2. No te dejes engañar por la promesa de felicidad. Numerosos estudios han demostrado que tenemos una visión distorsionada de la satisfacción que pueden reportarnos las experiencias positivas.
Es decir, casi siemprepensamos que cuando alcancemos una meta seremos más felices de lo que finalmente experimentamos. Sin embargo, recuerda que lo que cuenta no es la meta sino el camino.
3. Elige el camino correcto. Hay muchas maneras de alcanzar un mismo objetivo, elige la vía menos traumática, aunque sea un camino más largo. Si llegas demasiado cansado a la meta, no tendrás ganas ni fuerzas para disfrutar de la victoria. Antes de plantearte el camino a seguir, es conveniente que te imagines recorriendo esa vía al cabo de dos o cinco años. ¿Cómo te ves? Si te ves agotado y solo, sería conveniente que te replanteases las tareas que te has propuesto para conseguir tu objetivo.
4. Replantéate los objetivos cada cierto tiempo. Ya sé que cuando hemos invertido tiempo y esfuerzo en una tarea estamos vinculados emocionalmente a esta pero hay ocasiones en que es más inteligente olvidarse de un objetivo, plantearse uno menos ambicioso o simplemente cambiar nuestro plan de acción. Recuerda que nosotros y el mundo a nuestro alrededor cambia, si te aferras a un objetivo que te planteaste en el pasado podrías correr el riesgo de anquilosarte.
5. Recuerda quién eres. Puede parecer una estupidez pero lo cierto es que cuando los objetivos son muy ambiciosos, estos nos consumen haciendo que nos olvidemos hasta de quienes somos. Recuerda que tú no eres tu objetivo, no vales más ni menos en función de ese logro. Por encima de todo, eres una persona que también tiene otras necesidades, aspiraciones y sueños.











Fuentes: Rinconpsicologia-por Jennifer- coachingparatuliderazgo

jueves, 21 de noviembre de 2013

AMISTAD

La amistad  es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.
La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.


Frases sobre la amistad

"La risa no es mal comienzo para la amistad, y está lejos de ser un mal final". Oscar Wilde.
"Lo más que puedo hacer por mi amigo es, simplemente, ser su amigo". Thoreau.
"La amistad beneficia siempre; el amor causa daño a veces". Séneca.
"La amistad es un comercio desinteresado entre semejantes". Oliverio Goldsmith.
"Los amigos nos abandonan con demasiada facilidad, pero nuestros enemigos son implacables." Voltaire.
"La única manera de tener un amigo es ser uno". Ralph Waldo Emerson.
"La amistad nace en el momento en que una persona le dice a otra: ¿Cómo? ¿Tú también? Creí que era el único". C.S. Lewis.
"A los amigos, como a los dientes, los vamos perdiendo con los años, no siempre sin dolor". Santiago Ramón y Cajal.
"El amor es ciego; la amistad cierra los ojos". Proverbio francés.
"Antes de pedir dinero prestado a un amigo, decide cuál de las dos cosas necesitas más". Proverbio estadounidense.
 Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere. Elbert Hubbard (1856-1915) Ensayista estadounidense.
Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre habrá un amigo. Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.
La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea. Alberto Moravia (1907-1990) Alberto Pincherle. Escritor italiano.
Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano. Demetrio de Falero (350 AC-280 AC) Orador, filósofo y gobernante ateniense.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos. Proverbio turco
Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando. Louis Pasteur (1822-1895) Químico y microbiólogo francés.
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero. William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad. Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.











wikipedia, muy interesante


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Consejos para cuidar a los mayores en el hogar

Cómo evitar accidentes domésticos 
A los problemas físicos y psíquicos de los mayores para realizar sus actividades en la vida cotidiana, se añade en muchos casos el peligro derivado de un mal mantenimiento de las viviendas en las que residen, lo que aumenta el riesgo de sufrir caídas, quemaduras y otro tipo de lesiones. La cocina, el dormitorio y el cuarto de baño son las zonas que reúnen mayores riesgos.


Así, mantener las instalaciones de los hogares en correcto estado, no solo reduce el riesgo de que nuestros mayores sufran algún accidente, sino que se convierte en una inversión segura a largo plazo: no hay que olvidar que todos envejecemos. Por ello, una empresa especializada en la comercialización de contratos de cuidado del hogar y en la gestión integral de siniestros y reparaciones, ha localizado las principales zonas de riesgo y trampas del hogar que ponen en peligro a nuestros mayores y elaborado una lista de consejos para evitarlas:
En el cuarto de baño
La bañera es uno de los principales enemigos de las personas mayores, por eso, se aconseja sustituirla por un plato de ducha ya que el acceso es más sencillo y cómodo.
Además, lo más recomendable es que esté instalado totalmente a nivel del suelo, para evitar posibles accidentes al tropezar y para facilitar, en caso de que fuera necesario, el acceso con silla de ruedas.
También es aconsejable utilizar alfombrillas antideslizantes para evitar resbalones, y colocar barras de sujeción en la ducha e incluso en el inodoro para prevenir caídas.
Igualmente es importante procurar no usar estufas, radios eléctricas o cualquier otro aparato de este tipo a menos de un metro o metro y medio de distancia mientras la persona se esta duchando. Además, cuando se use una estufa o calefactor será recomendable encenderlo un rato antes de comenzar a ducharse y desconectarlo durante el baño. Por supuesto, todos los enchufes deben tener toma de tierra para evitar descargas.
En la cocina
Lo más adecuado es apagar los electrodomésticos una vez se dejen de usar. Parece lógico pero no siempre es así. Los incendios por descuido son una de las principales causas
de daños en el hogar. Por ello, es aconsejable que nunca se dejen cerca de la cocina papeles, paños o servilletas ya que pueden arder fácilmente. Los objetos deben estar accesibles para que nuestros mayores no tengan que hacer sobreesfuerzo a la hora de alcanzar los ingredientes o utensilios que más usen, como pueden ser los vasos, platos, ollas y sartenes. Asimismo, al igual que en el baño, todos los enchufes deberán contar con toma de tierra.
Dormitorio
Los objetos que más se usen deben estar lo más a mano posible, como por ejemplo la ropa, las sábanas o la caja con medicamentos. Igualmente se deben evitar utilizar escaleras o sillas para localizar objetos en los altillos, ya que los vértigos pueden jugar malas pasadas.
Además, aunque no lo parezca, la elección de la cama es otro de los puntos importantes a tener en cuenta ya que, frente a las camas de gran altura tradicionales y las diseñadas a nivel del suelo, las de las personas mayores deben ajustarse a una altura que les permita no hacer un esfuerzo extra para sus débiles articulaciones, pudiendo subir y bajar de ella con comodidad. Igualmente se deben revisar con regularidad la fijación de cabeceros, espejos y estanterías.
En el salón
Aunque ya es costumbre en muchos hogares, no es nada recomendable usar braseros eléctricos debajo de las mesas camillas. Además, las estanterías deben estar fijas a la pared, incluso las de pie. Y como el salón no sólo es el área de reuniones, sino que también suele convertirse en zona de ocio de las personas mayores, es indispensable una buena iluminación. De esto modo no sólo se evitarán muchos tropiezos, sino que se reducirá el esfuerzo  a la hora de ver la televisión, leer, jugar con los nietos o hacer sus labores.
Pasillos
Aquellos hogares con varias plantas y, por tanto, con escaleras deberán contar con interruptores tanto al inicio del tramo como al final, para que puedan iluminarse tanto a la subida como a la bajada. Asimismo, deben contar con pasamanos.
Para evitar cableado innecesario, es preferible contar con enchufes distribuidos por las diferentes zonas y no utilizar alargaderas. En el caso de que haya que usarlas, es preferible fijarlas a la pared, para no tropezar. Sin embargo, lo más importante es que si observamos alguna anomalía en las instalaciones, por pequeña que parezca, lo más conveniente es llamar a un técnico cualificado en vez de intentarlo por nuestra cuenta, para que pueda ser reparada correctamente.

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La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando eramos niños.
Frederich Nietzsche









Fuente: salud.facilisimo

jueves, 14 de noviembre de 2013

¿Cómo disculparse adecuadamente?

Una de las habilidades sociales que ofrece mayor dificultad entre algunas personas es la de saber disculparse.


Ya en niños pequeños se observa tal dificultad. No vamos a entrar aquí en las causas que la originan. Como siempre, al que más le cuesta suele ser al que más le conviene aprender y practicar.
Aprender a disculparnos y pedir perdón es una importante habilidad que, como todas las habilidades sociales, facilita las relaciones, y cuya ausencia puede ser motivo de especiales y específicas dificultades, principalmente en las relaciones de mayor proximidad.
Saber reconocer cómo se siente el otro puede facilitar su aprendizaje, puesto que nos posibilita reconocer o detectar los sentimientos y las emociones negativas del interlocutor y nos facilita la disculpa. Cuando sabemos disculparnos, solemos sentimos bien porque expresamos nuestros sentimientos, al tiempo que mejoramos nuestras relaciones. Hacemos que los demás comprendan mejor nuestros sentimientos y aprendemos a reconocer los sentimientos de los demás, lo cual repercute en una mejor calidad en la relación con nuestros semejantes.

¿En alguna ocasión te has acercado a una persona con la intención de disculparte y has terminado enfadado, quizás hasta enzarzado en una pelea? Si te ha sucedido, no te preocupes, no eres el único. Creo que todos, en alguna oportunidad, hemos tenido una experiencia similar.
¿Por qué? Simplemente porque no sabemos disculparnos correctamente.
En la escuela nos han enseñado Matemáticas y Geografía pero la Inteligencia Emocional es una asignatura pendiente. De hecho, lo que sabemos, ha sido porque lo hemos aprendido por ensayo y error. Entonces, ¿cómo disculparse de manera adecuada?
1. Asume tu responsabilidad. Si has hecho algo mal y gran parte de la responsabilidad recae sobre tus hombros, no des excusas, simplemente reconoce tu error. Como probablemente se trata de una persona que herimos (quizás sin quererlo), es usual que experimente cierto resentimiento o, al menos, que tenga reservas hacia nosotros. Por eso, comenzar la conversación reconociendo nuestra cuota de responsabilidad es una excelente estrategia ya que de esta manera lograremos que baje sus defensas y la predisponemos positivamente para lo que deseamos decirle.

2. Sé transparente. No inventes excusas, da las razones reales que te llevaron a actuar de una manera determinada. Puede ser que hayas actuado guiado por un estereotipo, la verdad no es tan importante cuál fue el error que cometiste como el hecho de que te des cuenta de él y quieras solucionarlo. Recuerda que errar es humano, enmendar es de sabios.
3. Utiliza las palabras adecuadas.Cuando vayas a disculparte, no utilices un lenguaje impersonal, habla siempre en primera persona. Evita frases como “todos nos equivocamos” o “todo pasa por una razón”. Esta manera de hablar indica que, en el fondo, no creemos o no aceptamos la responsabilidad de lo ocurrido. Y la otra persona lo notará. En su lugar, simplemente di que quisieras disculparte por tu comportamiento.
4. Muestra tus sentimientos. Puedes hilvanar un discurso perfecto, digno del mejor orador, pero si no muestras que estás verdaderamente arrepentido, es probable que no sirva de nada. Ten en cuenta que nuestra comunicación no verbal dice mucho más que nuestras palabras. Por tanto, si realmente estás arrepentido, deja fluir tus emociones. El hecho de que la otra persona las vea no nos hace indignos ni más débiles sino que nos enaltece.
5. Deja la puerta abierta. El hecho de que te disculpes no siempre implica que la otra persona te perdonará. Quizás todavía guarda un poco de rencor y necesita tiempo para que la herida sane. Deja la puerta abierta, hazle saber que la comprendes y que estarás disponible cuando llegue el momento. Finalmente, dale las gracias por haberte escuchado.

Para reflexionar!!!!!

El primero en pedir disculpas, es el más valiente....
El primero en perdonar es más fuerte....
El primero en olvidar es el más feliz....













rinconpsicologia 

martes, 12 de noviembre de 2013

Rebeldía infantil

Pautas Efectivas para manejar las Conductas Rebeldes

Educar es una de las tareas más difíciles a las que nos enfrentamos los padres. Y, aunque no existen fórmulas mágicas, sí hay algunas cuestiones clave que tenemos que manejar con soltura. Nunca es pronto para comenzar a educarle.



En algunos casos los niños tienden a hacer berrinches y reaccionan con violentos ataques de ira. Es cierto que a veces suele ser un poco fastidioso hacer caso omiso a esas rabietas pero aunque no lo crea, es el método más efectivo para que todo vuelva a la normalidad.
Es importante explicarles que lo que te molesta es la acción específicamente y que no lo vas a dejar de querer.
La familia es un factor muy importante sociocultural del niño. Esta demostrado que el tipo de disciplina que una familia aplica al niño será el responsable por su conducta agresiva o no.
La rebeldía infantil aparece como característica común en distintas etapas del desarrollo del niño/a es una conducta normal. Los niños y niñas están formando su identidad y tienen la necesidad de afirmación del yo. Esta necesidad está relacionada con la búsqueda de identidad, la cual es necesaria para formar su personalidad.
Por lo tanto no debemos alarmarnos, tenemos que entender que los periodos de rebeldía que se producen a lo largo del desarrollo son algo normal y sano, beneficioso para los pequeños. En todo caso es importante entender estos periodos y conocer unas pautas generales para manejar la rebeldía y contribuir de esta forma al desarrollo de la identidad de los niños y niñas sin que esto suponga graves problemas de conducta.
Dentro de las etapas del desarrollo, son destacados como periodos de aparición de rebeldía, los períodos de los 2 a los 6 años y la etapa de la adolescencia.
Estas son ambas etapas en las que aparece la voluntad propia del niño/a de querer hacer lo que él/ella cree que es lo correcto, se opone a todo, descubre que decir y reafirma su personalidad.
¿Qué podemos hacer?
Es fundamental llegar a un equilibrio, en el que permitamos que los niños y niñas puedan reafirmar su identidad, tomar sus propias decisiones (dentro de lo posible), desarrollando así también su autonomía y responsabilidad,  pero al mismo tiempo evitando generalizar hábitos de malas conductas.
La rebeldía es normal y sana, pero puede desencadenar problemas graves de conducta y faltas de respeto importante. Por ello te proponemos algunas pautas efectivas para manejar las conductas rebeldes de los niños y niñas.
10 Pautas Efectivas para manejar las Conductas Rebeldes de los pequeños
1.    Establece reglas claras, y no dejes que se incumplan nunca, harás que el niño se sienta seguro. Repítele lo que quieres que haga.
2.     No te rías nunca de sus maldades, le transmites el mensaje de que eso está bien y No permitas que levante la voz o que falte al respeto.
3.   Plantéale distintas posibilidades ¿quieres una pera o un zumo? Y cuando le mandes a hacer algo sugiere otra actividad que le agrade (vamos a recoger los juguetes que después vamos al parque)
4.   Evita el castigo y Refuerza siempre las conductas positivas (verbal, beso, caricia). Ante las rabietas demuestra control y calma, no hagas caso a sus rabietas.
5.      Demuéstrale tu amor, explícale que lo que te molesta es la acción pero que no le vas a dejar de querer.
6.     Dale alternativas donde puedan decidir y reafirmarse. Dentro de su desarrollo y capacidades, podemos dejarles que elijan la ropa que quieren ponerse, que escojan sus propios juegos y cuentos, etc. De esta forma les dejamos desarrollar su capacidad de decisión, y permitimos su autoafirmación.
7.   Escúchales cuando se rebelen ante algo. No les impongas sin escucharles, debes darles el mensaje de que su opinión cuenta, y puedes negociar con ellos ciertas cosas, por ejemplo si quieres ver la tele, primero termina los deberes.
8.     No entres en luchas directas con ellos. Entrarás en una discusión sin sentido de la que es difícil salir sin alterarte. Ante momentos de tensión, date un tiempo antes de responder y vuélvele a explicar con calma porque no puede hacer determinadas cosas.
9.     Ten paciencia y comprende que es una etapa normal de su desarrollo.
10. Deja que sean ellos y ellas mismas, pero educa con disciplina, para que no sean demasiado rebeldes, y aumenten su seguridad y autoestima.
Ellos también tienen emociones
A veces pensamos que solo nosotros nos sentimos contrariados y que los niños tienen que estar todo el día felices. Pero también tienen preocupaciones.

Su mundo emocional es igual o más complejo que el nuestro, por eso conviene dar importancia a sus emociones y ser conscientes de ellas. Debemos ayudar a nuestro hijo a poner nombre y apellido a lo que experimenta y siente.



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Cita: "Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida".  Séneca.

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Fuentes:
chiquimania
serpadres.es/familia
educapeques