jueves, 29 de agosto de 2013

Vuelta a la rutina


El síndrome postvacacional, se puede definir como el estado que se produce en el trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones y de ocio con la vuelta a la vida activa, produciendo molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento.

Tambien es conocido como como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional. No se puede considerar como una enfermedad sino como un proceso adaptativo a la vida laboral después de las vacaciones que, para algunas personas, puede resultar difícil.

Este síndrome hace referencia a un estado de malestar genérico, con síntomas tanto psíquicos como físicos, afectando principalmente a personas jóvenes, menores de 45 años. También estos síntomas pueden aparecer en niños ocasionados por la vuelta al colegio, después de las largas vacaciones de verano, aunque en ellos es menos frecuente sobre todo si el niño se encuentra a gusto en el colegio.

Síntomas:
El síndrome postvacacional, puede presentarse de diversas formas: Síntomas físicos como cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito o de concentración … Síntomas psíquicos como irritabilidad, tristeza, falta de interés o nerviosismo…

Muy pocos casos de estrés postvacacional precisan de un abordaje profesional, ya sea médico o psicológico. Para superar las molestias derivadas de esta mala adaptación al cambio de vida desde las vacaciones a la vida laboral, se recomienda seguir algunas pautas, cuando sea posible:

Consejos:
  • Empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo, de menos a más intensidad, siempre intentando comenzar por las tareas más gratas.
  • Aprovechar los tiempos de descansos o de la comida para volver a alguna actividad agradable, para las relaciones sociales o familiares.
  • Dormir adecuadamente, alrededor de las ocho horas.
  • Mantener horarios regulares tanto durante el día como en las horas de acostarse y levantarse.
  • No “llevarse trabajo a casa”, dejar en el trabajo lo concerniente a éste.
  • Seleccionar aquellas actividades que podemos llevar a cabo, y delegar aquellas para las que no estamos tan preparados.
  • Mantener una actitud realista y proactiva, sin sopesar una y otra vez, de manera repetitiva y poco productiva, todas las alternativas a las cuestiones planteadas.
  • Plantear los problemas laborales del modo más simple y esencial posible, prescindiendo de los detalles y sopesando la esencia para encontrar las soluciones.
  • Halagar el trabajo bien hecho de las personas a nuestro alrededor y corregir las conductas inapropiadas o negativas en cuanto surjan de modo sutil pero firme.
  • Practicar la relajación en intervalos regulares, eliminar pensamientos erróneos o ideas irracionales que puedan darnos ansiedad.


Resumiendo:  …..MEJOR PREVENIR……
Para que el estrés postvacacional no aparezca, pueden llevarse a cabo algunas conductas que tienden a limitar su aparición, como:


·     Programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada.
·     No volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo, sino que es recomendable volver un par de días antes, para prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.
·     Al llegar al trabajo, no empezar la actividad de modo brusco e intenso, sino que es beneficioso permitirse un tiempo para compartir las experiencias vacacionales con los compañeros y compañeras y así crear un buen ambiente de inicio laboral;
·     Mantener reuniones relajadas de inicio de ciclo, para definir y detallar los objetivos para el período que se inicia, los medios y las expectativas del equipo.


¿Existe realmente?


No existe consenso en la sociedad científica sobre la definición exacta o la existencia real de este “síndrome postvacacional”, pero se considera que es producto de que en gran parte de nuestro entorno el trabajo se tiene por una actividad negativa, obligada y sacrificada; en las sociedades en que se considera el trabajo como algo creativo, con sentido por sí mismo y digno para el ser humano, el estrés postvacacional prácticamente no existe.


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Fuentes:
wikipedia,  mapfre.com

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