¿Cómo enseñar a los niños a ser amables?
En una sociedad donde la violencia parece estar bastante
presente, muchos padres se preguntan de
qué modo pueden educar a sus
hijos en valores -tales como la amabilidad, la empatía y la compasión hacia los
demás, entre otros-, y a partir de qué edad comienzan a adquirirlos.
A este respecto, las últimas investigaciones en el campo de la
psicología del desarrollo, han encontrado que los niños son capaces de mostrar
signos de empatía desde una edad muy temprana. Estos resultados ponen de
relieve la necesidad de fomentar, tanto desde el contexto educativo como
familiar, la conducta prosocial como un instrumento para el desarrollo de la
personalidad durante la infancia y la adolescencia.
En este sentido, los padres deben
actuar como modelos de empatía y de valores socio-morales
positivos, alentando a sus hijos a ser amables, justos y responsables. Para
ello, la APA (American Psychological Association –Asociación Americana de Psicología),
propone una serie de pautas que pueden llevarse a cabo desde el ámbito familiar:
1. Es
importante hacer ver a los niños, lo mucho que significa para usted que se
comporte con amabilidad y responsabilidad. Cuando vea a su hijo actuando de
forma desconsiderada e irresponsable, debe hacerle saber de inmediato que no
está de acuerdo con este tipo de conductas. Hable con firmeza y honestidad, criticando el acto en sí, no al niño, por ejemplo: “Esto que acabas de hacer no ha
sido muy amable” en lugar de “Tú no eres amable”.
Asimismo, hay que darle una
explicación del por qué desaprueba esta conducta, por ej.: "Mira,
Juan está llorando. Llora porque te has llevado su juguete, y eso no ha estado
bien”.
Es importante que los niños
sepan hasta qué punto le preocupa su comportamiento hacia los demás. Si ven que
para usted es importante, también lo será para ellos.
2. Sea
franco, honesto y directo con sus hijos acerca de qué comportamientos son
adecuados y cuáles no. Dé explicaciones directas y concisas: la idea es enseñarles, no
hacerles sentir culpables.
3. Los
niños suelen buscar “pistas” en sus padres y otros adultos sobre la manera en
que deben comportarse. Si usted actúa consistentemente de forma amable y compasiva, es
probable que sus hijos también lo hagan.
4. Tenga
en cuenta que si usted dice una cosa y hace otra, sus hijos prestarán mucha más
atención a lo que hace. La
advertencia "Haz lo que yo digo,
no lo que hago" simplemente no funciona, sobre todo cuando se
trata de enseñar normas de conducta.
5. Intente
que su hijo se rodee de personas amables y comprensivas, para que disponga de varios modelos a seguir.
Si usted trata a sus hijos con
tolerancia, respeto y consideración, le ayudará a entender que todos los seres
vivos deben ser tratados de igual forma, y actuarán en consecuencia, respetando
estos valores.
Por otro lado, es comprensible que los
padres puedan sentirse preocupados por la influencia que pueden ejercer sobre
sus hijos algunos factores
externos como el grupo de
iguales o la violencia que aparece en determinados programas de televisión y/o
películas.
Con el fin de determinar de qué manera
puede afectar la televisión a los niños y jóvenes, el Instituto Nacional de
Salud Mental de EE.UU. realizó un estudio, cuyos resultados evidenciaron una
tendencia, por parte de los niños, a imitar el comportamiento que ven en la
televisión.
A este respecto, la APA aconseja a los
padres limitar la visión de programas violentos y
animar a sus hijos a que vean programas que promuevan valores éticos y morales.
Para ello, hace una serie de recomendaciones:
1. Infórmese
sobre las películas que sus hijos desean ver. ¿Qué modelos de actuación
ofrecen? ¿Promueven la violencia hacia las personas o los animales? Ayude a su
hijo a desarrollar una reacción
crítica ante lo que ve en la
TV, preguntándole sobre lo que ha visto y animándole a considerar otras
actitudes que los personajes podrían haber tenido.
2. Enséñele
libros que promuevan comportamientos prosociales. Tenga en cuenta, que los
personajes deben ser modelos con los que puedan sentirse identificados.
3. Háblele
sobre personalidades famosas que realicen o hayan realizado actos altruistas.
Averigüe a qué personajes admira
su hijo y por qué.
4. Anime
a su hijo a involucrarse y participar en tareas de voluntariado, fomentando
así la responsabilidad, la tolerancia y la empatía.
Los expertos señalan que cuando los
niños perciben que son queridos y que tienen una base segura en el hogar,
tienden a prestar más atención a los demás. En cambio, si se sienten privados
de amor y de atención, suelen centrarse en sí mismos y en sus propias
necesidades.
De este modo, las normas y valores que
se practiquen en el hogar, determinarán la conducta social que manifiesten los
niños en su vida diaria.
Fuente: APA
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