El término corresponsabilidad hace
referencia a la responsabilidad compartida de una situación o actuación
determinada entre dos o más personas. Las personas corresponsables poseen
los mismos deberes y derechos en su capacidad de responder por sus actuaciones
en las situaciones a su cargo.
A las
mujeres se le asignaron tradicionalmente tareas y responsabilidades
relacionadas con la familia y el hogar, y a los hombres tareas y
responsabilidades de tipo laboral, cultural y político. Esta distribución
respondía a la aplicación de dos lógicas bien diferenciadas: de un lado la
lógica masculina y patriarcal de la producción, de otro la lógica femenina y
maternal de la reproducción, produciéndose históricamente una subordinación de
la lógica reproductiva a la lógica productiva.
En los
últimos años se tiene producido un avance considerable en el acceso de las
mujeres al ámbito público, a la formación, al empleo y al ocio; sin embargo
continúa pendiente el acceso de los hombres al ámbito del hogar.
En el
ámbito personal se sitúan una buena parte de los elementos que configuran la
frontera de la desigualdad, más concretamente en el hogar y la familia y
alrededor de las tareas que exige su correcto mantenimiento.
La
corresponsabilidad doméstica se configura como el contrapunto necesario para
conseguir la igualdad completa en el mundo laboral, puesto que no cabe hablar
de una igualdad real mientras la mujer desempeñe una doble o triple jornada que
la obligue a renunciar a su tiempo de ocio.
El
objetivo es conseguir una situación de plena corresponsabilidad doméstica y de
una plena paternidad, que implique que tanto hombres como mujeres asuman por
igual la responsabilidad y las tareas que suponen el mantenimiento del hogar y
el cuidado de los/las hijos/las, y que termine con la tradicional división
sexista de las funciones.
Consiste,
así pues, en una distribución equitativa y democrática de las responsabilidades
y actividades domésticas, que se traducirá en uno reparto equitativo entre los
dos sexos de los tiempos de producción, cuidado de las personas, tareas
domésticas y tiempo de descanso.
La
corresponsabilidad es un objetivo imprescindible para la participación
igualitaria de mujeres y hombres en el mercado de trabajo. Mientras las
responsabilidades de trabajo y de cuidado de las personas dependientes
–mayores, menores- continúe en manos de las mujeres mayoritariamente, no será
posible que dediquen el tiempo suficiente a su formación, a su promoción
profesional, y continuarán siendo las que, llegado el caso, reduzcan su jornada
laboral o abandonen su puesto de trabajo si la situación lo requiere. La
corresponsabilidad en el entorno familiar debe permitir que las personas,
independientemente de su sexo, compartan las responsabilidades y dispongan de
iguales tiempos y oportunidades para el trabajo, la formación o el ocio.
"Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país"
Margaret Thatcher (1925), primera ministra británica entre 1979 y 1990.
No hay comentarios:
Publicar un comentario