miércoles, 11 de junio de 2014

Las apariencias engañan


Casi siempre, tendemos a juzgar a las personas por su apariencia, y no esperamos a conocerlas. 
Resultando que, la apreciación externa que hacemos sobre una persona, no siempre es la correcta.


La apariencia es como los demás nos ven y nos perciben: el vestuario, la forma de hablar, como actuamos... pero no podemos reflejar con ella lo que realmente queremos expresar.
Pero cuando conocemos de verdad a una persona, compartimos con ella nuestros pensamientos y descubrimos realmente, la personalidad de cada uno.
Cuando vemos a una persona por primera vez, observamos su aspecto externo. Nos fijamos en su ropa, en su rostro, en sus complementos...y deducimos como es esa persona. Y es que tendemos a juzgar sin conocer.
Cada uno es el responsable de remediarlo ya que, si entablamos una amistad con una persona, vemos como es ella de verdad.
Una película que nos invitó a reflexionar acerca del tema fue "La bella y la bestia". La película nos enseñó que no debíamos juzgar a la bestia por su apariencia sino que debíamos descubrir como era ella realmente.
A veces, no nos damos cuenta de lo encantadora que puede ser una persona si la conocemos. Porque solemos fijarnos en el aspecto externo. Las apariencias engañan, y eso, es una realidad.
Como conclusión:
¿Te gusta que los demás te juzguen sin saber por qué haces las cosas?
Quizás te dé igual lo que piensen extraños que ni te van ni te vienen. Pero puede que sí te siente mal que te juzguen personas cercanas, que no se han tomado tiempo para escucharte y comprenderte.
Ésa es la razón principal para decidir no emitir juicios precipitados sobre otras personas: Que a ninguno nos gusta que nos juzguen alegremente!!














Fuentes: la mente es maravillosa

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