Wolfgang Amadeus Mozart Getty
Diez mil es el segundo número mágico de la psicología.
El primero en orden de descubrimiento fue “7+(-2)”. Lo descubrió George
Miller e indica que el espacio de nuestra conciencia o de nuestra memoria inmediata
sólo puede albergar entre cinco y nueve datos. Un número de teléfono
está justo en el límite. Luego se descubrió que nuestra inteligencia es
muy astuta, y que puede albergar más información chunkineando, palabra
que me gustaría lanzar, y que significa “agrupar para simplificar”.
Recordar 3 y 8 ocupa dos plazas del garaje de la memoria, pero 38 sólo
una. ¿Y el número “diez mil” a qué se refiere?
Al número de horas que hay que dedicar a una actividad para llegar a dominarla. La edad me permite constatar que la psicología está sometida a modas. Hubo una época, heredera del romanticismo, en que la genialidad era un don de los dioses o de la Naturaleza, así, con mayúsculas, o de la locura. Luego, de una manera más prosaica, se atribuyó a la genética. Ahora, la balanza se inclina en dirección contraria. El esfuerzo, la tenacidad, el entrenamiento toman la delantera. L
Al número de horas que hay que dedicar a una actividad para llegar a dominarla. La edad me permite constatar que la psicología está sometida a modas. Hubo una época, heredera del romanticismo, en que la genialidad era un don de los dioses o de la Naturaleza, así, con mayúsculas, o de la locura. Luego, de una manera más prosaica, se atribuyó a la genética. Ahora, la balanza se inclina en dirección contraria. El esfuerzo, la tenacidad, el entrenamiento toman la delantera. L
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