jueves, 26 de junio de 2014

Rasgos de un niño tirano

RASGOS DE UN NIÑ@ TIRAN@
Los 9 rasgos de un niño tirano
La tiranía es un repertorio de conductas que presentan los hijos hacia sus padres, construidas a partir de una gran falta de empatía. Tanto es así que se muestran incapaces de percibir el daño que causan a sus padres. Algunas de sus principales 

características son:.
  • Apenas tienen sentimiento de culpabilidad ni remordimientos cuando actúan con agresividad o con actitud desafiante.
    No muestran miedo cuando los padres emplean el castigo como forma de regular el mal.
    Demuestran una gran ansia por conseguir todo lo que quieren o lo que se proponen.
    Suelen ser impulsivos y muestran rechazo hacia las normas y a la autoridad.

Los primeros brotes de las flores del mal de la tiranía aparecen y son claramente observables ya desde la infancia, aproximadamente hacia los 6 años. Se presentan con suficiente intensidad en la etapa de la preadolescencia en torno a los 10 años y se desarrollan plenamente con todo su virulento repertorio de actitudes y comportamientos agresivos alrededor de los 15 años, coincidiendo con la etapa de la adolescencia media.


Cuando un adolescente se comporta con sus padres de modo desafiante o les profiere insultos y les humilla con la clara intención de herirles emocionalmente y a veces incluso con sed de venganza hacia ellos utilizando frases amenazantes como “¡Me las pagarás!”, todo esto sin sentirse culpable, entonces podemos decir con seguridad que el adolescente muestra comportamientos y actitudes tiránicas.
Es habitual que puedan llegar a agredir a sus padres no sólo verbalmente, sino también físicamente. Esto ocurre porque el adolescente tirano es incapaz de percibir el sufrimiento y la amargura que causa a sus padres. Otro rasgo que los caracteriza es que se muestran insensibles a cualquier castigo que sus padres impongan. Debido a su gran egocentrismo nada les frena para conseguir lo que quieren.
Hay niños que nacen con una predisposición genética a manifestar un temperamento difícilmente manejable. Si no se emplea la acción educativa con determinación, firmeza y mucho tesón para frenar comportamientos agresivos, pueden llegar a desarrollar la tiranía en toda su intensidad. Podemos decir, por tanto, que los padres no son los únicos responsables de que estos niños muestren comportamientos tiránicos. Es muy difícil encontrar “padres perfectos” que sean capaces de afrontar una situación tan compleja por ellos mismos sin requerir ayuda profesional cualificada, por el gran desgaste y la frustración que conlleva.
Pero lo más importante de todo es que aquellos padres que actúen con permisividad ante estos niños y adolescentes de difícil temperamento acabarán siendo dominados por sus propios hijos y terminarán por acatar la “dictadura del menor”. Efectivamente, estos menores tratan a sus padres como un domador del circo a sus leones.
La forma de afrontar este desafío es clara:


  • Hay que poner límites a sus virulentas acciones:

  • Potenciar en ellos la sensibilidad ante el dolor ajeno y la culpa como forma de frenarlas.
Es importante hacerles sentirse importantes ante acciones que fomenten el interés social y la cooperación, y desechar aquellas que fomenten el poder generado por el sometimiento de los demás.
Quiero aclarar que conductas tiránicas como insultar, manipular o amenazar pueden presentarse en cualquier niño de forma aislada. Por ello, dependiendo de cómo reaccionen los padres ante esas malas conductas de su hijo, el resultado será muy diferente. Si los padres no son firmes, si no actúan con determinación para extinguir este tipo de conductas, probablemente esto generaría lo que muchos llamarían “niño caprichoso y malcriado”, lo que a su vez podría ser un antecedente de la tiranía. De este modo, si no se pone freno a tiempo, existe la posibilidad de que el niño se convierta en un tirano.
Los comportamientos se mueven en un continuo y por ello no tiene sentido hacer una clasificación radical de lo que se considera tiranía. Pero lo que está muy claro es que cuando un niño ejerce la violencia con sus padres, sus hermanos o en el colegio como una forma normal y estable de comportarse, de relacionarse y de adaptarse al entrono, y cuando, además, presenta otras dos cualidades características como son la falta de empatía y un escaso sentimiento de culpa, entonces ya no estaremos hablando de “niños malcriados”, sino de niños tiranos que insultan, amenazan y agreden a sus padres sin ningún remordimiento de consciencia. En realidad, pueden presentar los rasgos característicos de un psicópata: insensibilidad y frialdad ante el dolor ajeno.


RESUMEN DE LOS RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LA TIRANÍA EN LOS NIÑOS
Insensibilidad emocional o falta de empatía
Escasos sentimientos de culpa o remordimientos
Egocentrismo
Actitud amenazante, manipuladora y agresiva (verbal o física)
Incapacidad de pedir perdón
Uso de la mentira
Sin miedo al castigo
Impulsivos y con escaso autocontrol sobre su conducta
Poca tolerancia a la frustración


















Alicia Banderas, del libro “Pequeños tiranos”.

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