martes, 8 de julio de 2014

TIMIDEZ

Ser Tímido es un PROBLEMA???  
    

“Estamos muy preocupados porque nuestra hija de 6 años es muy tímida. Cuando vamos al parque siempre está pegada a nosotros y hasta que no coge confianza no se decide a ir a jugar. Tiene que conocer muy bien a los chicos para relacionarse con ellos. Además, nos molesta que casi nunca responde cuando los vecinos u otras personas que lo conoce lo saludan.
 Nada que ver con su hermana mayor que es muy extrovertida: se relaciona con todo el mundo y no tiene problema para jugar con quien sea. Estamos preocupados ¿Qué hacemos?
 Esta suele ser una preocupación importante para algunas familias. En esta entrada voy a abordar el tema de la timidez en los niños: ¿es realmente un problema?
¿QUÉ ES SER TÍMIDO?
Los padres suelen describir cómo tímido a los hijos que presentan características como las siguientes:

  • No toman la iniciativa para relacionarse con los demás;
  • Necesitan sentirse en un ambiente seguro para relacionarse;
  • Prefieren relacionarse con pocos niños a hacerlo en gran grupo.
  • No suelen ser asertivos, es decir, les cuesta o son incapaces de decir “no”,  de expresar su opinión o sus preferencias, cuando parece adecuado hacerlo.
  • Por último, los describen como niños con cierto mutismo, no responden si les saludan personas conocidas o se refugian en sus padres en muchas situaciones sociales.
¿CUÁNDO ES UN PROBLEMA?
Efectivamente, la timidez puede llegar a ser un problema, pero solo en determinadas circunstancias. En términos globales podemos decir que es un problema si les impide funcionar con normalidad en su vida cotidiana. Pero este es un indicador demasiado genérico, así que de forma más concreta les puedo decir que la timidez es un problema si se dan estas condiciones:
  • La timidez le impide establecer vínculos con personas diferentes a su familia.
  • Provoca en el niño o la niña un malestar o sufrimiento importante. Quisiera actuar de otra manera, pero se siente dominado por la timidez y no puede… y eso le hace sufrir. El malestar se suele manifestar como miedo o ansiedad ante las situaciones en las que tiene que relacionarse con los demás o verse expuesto a otras personas.
  • Le impide realizar actividades habituales de los niños: participar en clase, jugar con otros niños, comprar, pedir ayuda, acudir o celebrar eventos infantiles como cumpleaños o fiestas.
  • También resulta un obstáculo para defender mínimamente sus derechos: no ser tenido en cuenta, que lo culpen injustamente o quedar al margen.
¿CUÁNDO NO ES UN PROBLEMA?
Lo que no puede considerarse un problema es el hecho de que un niño no sea especialmente popular o líder entre los demás, que no tome la iniciativa para organizar actividades grupales o que no tenga eso que se llama “don de gentes”.
Hay niños y personas que prefieren las relaciones en pequeños grupos, que les gusta pasar más desapercibidos o se sienten más cómodos en un segundo plano. Son también niños y niñas que les gustan más las amistades con un reducido número de chicos o chicas que la relación de pandilla.
Por otro lado, esta forma de ser “menos popular”, no le impide funcionar con normalidad, como es participar en determinadas actividades grupales en el colegio y fuera de él. Y por último, su forma de ser no le produce ni malestar, ni sufrimiento. Pueden resultarle difíciles o incomodas determinadas situaciones, como iniciar la relación con niños desconocidos, pero la inquietud que le provocan esas situaciones no llegan a dominarle ni controlarle.
Por ello, los niños que tienen esta personalidad, algo más alejada de la extroversión, no deben tener la consideración de problemáticos, al contrario, deberían ser valorados y aceptados como una forma de ser adecuada, por su educadores y por su padres.


























































Fuente: familiaycole

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