El valor de lo que hacemos y sentimos está en función de su utilidad.
El arrepentimiento es el pesar que una persona siente por algo que ha hecho, dicho o dejado de hacer. Quien
se arrepiente cambia de opinión o deja de ser consecuente con un determinado compromiso.
Si algo puede cambiar en el presente, merece la pena que invirtamos todo nuestro esfuerzo. El
problema, como señala Nietzsche, es
cuando nos consume algo que hicimos en el pasado y que ya no tiene vuelta atrás.
En opinión del maestro vietnamita Thich Nhat Hanh:
“Al pensar en el pasado podemos experimentar sentimientos
de arrepentimiento o de vergüenza, y al pensar en
el futuro, sentimientos de deseo o de miedo. Pero todos esos sentimientos surgen en el momento presente y lo afectan. La
mayor parte del tiempo el efecto que causan no nos ayuda ni a ser felices ni a
sentirnos satisfechos. Hemos de aprender a afrontar esos sentimientos.
Lo más importante que debemos
recordar es que el pasado y el futuro se encuentran en el presente, y, si nos
ocupamos del momento presente, podremos también transformar el pasado y el
futuro”.
Por consiguiente, en lugar de morder una piedra es mejor que
nos planteemos qué podemos hacer aquí y ahora, con lo que tenemos y lo que nos
queda, para mejorar nuestra vida.
Fuente: Allan Percy.
Nietzsche para estresados.
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