En ocasiones valoramos las cosas, acontecimientos y
personas de forma excesivamente negativa. Nuestro pensamiento tiende por tanto
a establecer el negativismo como hábito y sin darse cuenta será su forma
habitual de pensamiento y lenguaje.
Nuestro pensamiento
es la causa de muchísimos de nuestros problemas. ¿En cuántas ocasiones tenemos
una idea dándonos vuelta en la cabeza que no nos deja descansar y genera
emociones negativas? Intentamos apartarla de nosotros pero esta vuelve una y
otra vez, siempre con más fuerza.
Todos los acontecimientos tienen sus aspectos tanto
positivos como negativos, veremos si nuestra tendencia al evaluar una situación
es más negativa o positiva.
También hay pensamientos
limitantes, como por ejemplo: “no soy bueno”
o “nadie me quiere”
que sería mejor eliminar. De esta forma no solo te sentirás más libre sino que
emprenderás proyectos más ambiciosos y mejorarás mucho en tu vida, tanto
profesional
Este tipo de pensamientos es muy común en las personas que padecen de fobias, obsesiones o
miedos irracionales pero también aparecen bajo situaciones de estrés o cuando
debemos enfrentar un problema que nos resulta significativo.
La pregunta es, ¿qué alternativas existen para librarse de
los pensamiento que preferiríamos no tener dando vueltas en nuestras cabezas?
Existe varias técnicas o
estrategias que nos van ayudar en esto:
Técnicas de Distracción enfocada:
Consisten en desviar tu atención de una
emoción negativa, a una actividad placentera. Tienes que elegir una actividad que para ti sea placentera
y después comienza a realizarla.
Evitar el estrés:
El estrés hace que los pensamientos
indeseados vuelvan con más fuerza. Se positivo(a) - la mayor parte del
estrés es temporal. Puede que el estrés no parezca temporal cuando estás
atravesando la situación, pero el estrés puede desaparecer, generalmente cuando
te das cuenta del problema y comienzas a tomar medidas para resolver lo que te
preocupa.
Técnica de detención del pensamiento:
La idea es concentrar nuestra atención en
esos pensamientos no deseados, o sea, vivirlos durante un periodo corto de
tiempo, luego detenerlos (puede utilizarse una orden muy
sencilla, como “¡Basta!” o simplemente hacer algún ruido o cerrar
fuertemente un puño) y después vaciar la mente. Antes de realizar la técnica de
detención del pensamiento tendrás que preparar un poco el terreno, eso significa
que tendrás que analizar cuáles son los pensamientos que quieres eliminar y
seleccionar las ideas positivas que los sustituirán. A su vez, es importante
que elijas un buen estimulo de detención, un estímulo que puedas utilizar
incluso cuando estás rodeado de gente y sin que estas se den cuenta.
Técnica de Meditación, concentra tu
atención en el pensamiento que te perturba:
Busca un sitio tranquilo donde te puedas
relajar e imagina una situación en la que suele aparecer el pensamiento que te
molesta. Recrea con el mayor lujo de detalles posible esta situación y deja que
los pensamientos rumiativos fluyan con total libertad. Ahora, poco a poco, irás
alternando esos pensamientos que te molestan con ideas positivas.
En las primeras sesiones te será de gran
ayuda utilizar una alarma. Colócala para dos minutos, pasado ese tiempo, cuando
suene, di en voz alta “¡Basta!”, aprieta el puño o haz
cualquier cosa que hayas determinado como estímulo de detención. Cuando tengas
más experiencia, no necesitarás la alarma, podrás hacerlo tú solo.
Técnica de posponer el pensamiento para
más tarde:
Mientras que tratar continuamente de
suprimir un pensamiento lo hace más intenso, posponerlo puede funcionar.
Así que guarda todas tus preocupaciones
para un período designado y así puedes aliviar tu mente el resto del tiempo.
Técnica de “Escribe sobre ellos”:
Escribir expresivamente (escribir sobre tus
pensamientos y sentimientos más profundos) ha sido estudiado extensivamente y
tiene beneficios en la salud física y mental (aunque generalmente el efecto es
pequeño).
En este punto no te queda sino cambiar los
pensamientos negativos con ideas saludables pero intenta no exagerar. Es decir, es importante que estas ideas sean creíbles
para tu yo. No te digas que eres el amo del universo, en vez de ello, utiliza
frases como “soy una persona valiosa”, “las personas me estiman” o “me siento
cómodo y relajado”.
Dicho esto, solo queda agregar que no te va hacer
daño intentar poner en práctica alguna de estas técnicas.
Les dejo a continuación unas frases que
pueden ser inspiradoras, espero que les gusten.
Frases:
No tienes que
controlar tus pensamientos; solo tienes que dejar de permitirles que te
controlen a ti. Dan Millman.
Cuando cambias el
modo en que ves las cosas, las cosas que ves cambian también. Wayne Dyer
Actúa del modo en
que deseas sentirte. Gretchen Rubin
Si siempre haces lo
que siempre has hecho, siempre obtendrás lo que siempre has tenido. Steven Hayes.
Fuentes:
Terra / Ruth Muñoz
Pedrero. Psicóloga Clínica
Fuente: ww.spring.org.uk
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