Es un tipo de violencia sorda, muda, invisible en la que se hace sufrir
a la víctima mediante la culpabilización o desvalorización aprovechando el
cariño que ésta siente hacia su agresor.
La mayoría de
las definiciones coinciden en describir el maltrato psicológico como cualquier
tipo de comportamiento repetido de carácter físico, verbal, activo o pasivo,
que agrede a la estabilidad emocional de la víctima, de forma continua y
sistemática.
El objetivo de dicho comportamiento es hacer
sufrir a la víctima mediante la intimidación, culpabilización o desvalorización
aprovechando el amor o cariño que ésta siente hacia su agresor.
Este tipo de maltrato es el más difícil de
identificar y evaluar por lo que la gravedad se estima según su frecuencia
e impacto psicológico que ocasiona a la víctima.
Muchas
personas lo asocian con las malas relaciones de pareja, no es así, el maltrato
psicológico puede aparecer en distintos ámbitos: pareja, familia y trabajo,
pudiendo ejercerse por parte de un hombre hacia una mujer o viceversa.
Estas son las
características de una relación con maltrato psicológico:
K Te anulan la
autoestima: te dicen o te
hacen sentir que no sirves para nada, que eres un o una inútil, te ningunean,
te desprecian. Esto, a su vez, hará que no te sientas «capaz de irte», de
acabar con aquello, puesto que piensas, ¿a dónde voy a ir?.
K El
maltratador/a te da órdenes que tienes que
obedecer y sientes que no tienes ninguna opción de quejarte o de expresar
disconformidad, porque va a ser peor.
K No te permite
ser quien eres, hacer las
cosas que te gustan, ir a los sitios que te hacen disfrutar.
K Te van
alejando cada vez más de tu gente, te hablan mal
de tu familia, de tus amigos, y de todos los que te quieren hasta que te quedas
sola/o.
K Te juzgan: ……lo que tú haces, cómo eres,
cómo hablas... Te llevan a que cambies.
K El
maltratador/a te culpa de lo
que sucede, incluso de cosas que te son ajenas, haciéndote responsable de todo
lo malo que hay en su vida. Aunque sean cuestiones del todo irracionales.
Qué hacer?
J
Rodéate de tus amigos, familiares… Cuéntale
a ellos la situación que estás viviendo. Te sorprenderá cómo te sientes
arropada.
J No te cuestiones a ti mismo/a ni te culpabilices. A lo mejor te has equivocado en algo, pero la violencia no es la respuesta.
J No mantengas el contacto con el agresor. Ten en
cuenta que ahora emocionalmente estás vulnerable, por lo que él/ella puede dar
la vuelta a la tortilla en cualquier momento.
J No temas por si se repite la situación. Recuerda que no
es tu culpa, sino la de esa persona, que debido a su desequilibrio emocional no
ha sabido disfrutar de tu compañía.
J No consumas medicamentos, ni alcohol… si
emocionalmente te encuentras mal, solicita asistencia psicológica.
Recuerda que...
Si estás siendo
víctima de maltrato, tú no eres responsable.
El uso de la violencia
nunca está justificado.
Estas agresiones se
repetirán y se agravarán con el tiempo.
No estás sola/o.
Puedes contar con la ayuda de especialistas.
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