Pautas Efectivas para manejar las
Conductas Rebeldes
Educar es una
de las tareas más difíciles a las que nos enfrentamos los padres. Y, aunque no
existen fórmulas mágicas, sí hay algunas cuestiones clave que tenemos que
manejar con soltura. Nunca es pronto para comenzar a educarle.
En algunos casos los niños tienden a hacer berrinches y reaccionan con violentos ataques de ira. Es
cierto que a veces suele ser un poco fastidioso hacer caso omiso a esas
rabietas pero aunque no lo crea, es el método más efectivo para que todo vuelva
a la normalidad.
Es importante explicarles que lo que te molesta es la acción
específicamente y que no lo vas a dejar de querer.
La familia es un factor
muy importante sociocultural del niño. Esta demostrado que el tipo
de disciplina que una familia aplica al niño será el responsable por su
conducta agresiva o no.
La
rebeldía infantil aparece como característica común en distintas etapas del
desarrollo del niño/a es una conducta normal. Los niños y niñas
están formando su identidad y tienen la necesidad de afirmación del yo. Esta
necesidad está relacionada con la búsqueda de identidad, la cual es necesaria
para formar su personalidad.
Por
lo tanto no debemos alarmarnos, tenemos que entender que los periodos de
rebeldía que se producen a lo largo del desarrollo son algo normal y sano,
beneficioso para los pequeños. En todo caso es importante entender estos
periodos y conocer unas pautas generales para manejar la rebeldía y
contribuir de esta forma al desarrollo de la identidad de los niños y niñas sin
que esto suponga graves problemas de conducta.
Dentro
de las etapas del desarrollo, son destacados como periodos de aparición de
rebeldía, los períodos de los 2
a los 6 años y la etapa de la adolescencia.
Estas
son ambas etapas en las que aparece la voluntad propia del niño/a de querer
hacer lo que él/ella cree que es lo correcto, se opone a todo, descubre que
decir y reafirma su personalidad.
¿Qué podemos hacer?
Es
fundamental llegar a un equilibrio, en el que permitamos que los niños y
niñas puedan reafirmar su identidad, tomar sus propias decisiones (dentro
de lo posible), desarrollando así también su autonomía y responsabilidad, pero al mismo tiempo evitando generalizar
hábitos de malas conductas.
La
rebeldía es normal y sana, pero puede desencadenar problemas graves de conducta
y faltas de respeto importante. Por ello te proponemos algunas pautas efectivas
para manejar las conductas rebeldes de los niños y niñas.
10 Pautas Efectivas para manejar las Conductas Rebeldes de los pequeños
1. Establece reglas claras, y no dejes que se
incumplan nunca, harás que el niño se sienta seguro. Repítele lo que quieres
que haga.
2. No
te rías nunca de sus maldades, le transmites el
mensaje de que eso está bien y No permitas que levante la voz o que falte al
respeto.
3. Plantéale
distintas posibilidades ¿quieres una pera o un zumo? Y cuando le
mandes a hacer algo sugiere otra actividad que le agrade (vamos a recoger los
juguetes que después vamos al parque)
4. Evita
el castigo y Refuerza siempre las conductas positivas (verbal, beso,
caricia). Ante las rabietas demuestra control y calma, no hagas caso a sus
rabietas.
5. Demuéstrale
tu amor, explícale que lo que te molesta es la acción pero que no le
vas a dejar de querer.
6. Dale
alternativas donde puedan decidir y reafirmarse. Dentro de su
desarrollo y capacidades, podemos dejarles que elijan la ropa que quieren
ponerse, que escojan sus propios juegos y cuentos, etc. De esta forma les
dejamos desarrollar su capacidad de decisión, y permitimos su autoafirmación.
7. Escúchales
cuando se rebelen ante algo. No les impongas sin
escucharles, debes darles el mensaje de que su opinión cuenta, y puedes
negociar con ellos ciertas cosas, por ejemplo si quieres ver la tele, primero
termina los deberes.
8. No
entres en luchas directas con ellos. Entrarás en una
discusión sin sentido de la que es difícil salir sin alterarte. Ante momentos
de tensión, date un tiempo antes de responder y vuélvele a explicar con calma
porque no puede hacer determinadas cosas.
9. Ten
paciencia y comprende que es una etapa normal de su desarrollo.
10. Deja
que sean ellos y ellas mismas, pero educa con disciplina,
para
que no sean demasiado rebeldes, y aumenten su seguridad y autoestima.
Ellos
también tienen emociones
A veces pensamos que solo nosotros nos
sentimos contrariados y que los niños tienen que estar todo el día felices. Pero también tienen preocupaciones.
Su mundo emocional es igual o más
complejo que el nuestro, por eso conviene dar importancia a sus
emociones y ser conscientes de ellas. Debemos ayudar a nuestro hijo a poner
nombre y apellido a lo que experimenta y siente.
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Cita: "Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida". Séneca.
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Fuentes:
chiquimania
serpadres.es/familia
educapeques
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